(Esto será un poco largo)
Hace pocas semanas estuvimos inmersos en “la fiebre del mundial”, lo que se supone es una “fiesta” donde equipos representativos de 32 naciones participan en un mundial de fútbol que debiéramos disfrutar por el grado de integración y conocimiento que da, AL MENOS, de las banderas y nombres de los países participantes, tan lejanos a veces que solo cada cuatro años (o aún más) escuchamos sus nombres, himnos, y vemos sus colores. Ni que decir que el país propio también esta allí como debutante de 16 años expuesto a los ojos del mundo, algo que juega con las fibras nacionalistas más íntimas.
Hasta allí todo magnifico.
Es común la rivalidad entre selecciones, y los motes que nos ponemos entre “rivales” deportivos, la competitividad, el festejo del ganador y las burlas al derrotado…hasta cierto punto……donde se cruza un límite que a veces parece borroso y que desemboca en discriminación y diría que casi xenofobia.
Y qué es la xenofobia? Según su definición psicológica implica lo siguiente:
La forma más común de mostrar desprecio hacia la víctima de turno (país, etnia, religión, raza, etc.) es mediante la burla y el menosprecio. Lastimosamente, en este mundial, los paraguayos estuvimos en el ojo de la tormenta. Esta vez salimos sorteados.
Primero fue el video de Sport TV de la poderosa RED OGLOBO de Brasil, cuya embajada jamás se manifestó, obligando a los propios periodistas, pueblo civil y algunos políticos brasileños a disculparse.
Aún no recuperados de esto, llegó el video del Canal CUATRO español, aún más cruel, ya que parodiaba a una niña paraguaya carenciada, esta vez, obligando al avergonzado Embajador Español en Paraguay a disculparse por iniciativa propia (un gentleman). Por cierto dicho canal reclamo las versiones que estaban disponibles en Youtube para no seguir expandiendo su vergüenza.
Por si eso aún no fuera suficiente, un periodista canadiense de la importante ESPN, Chris Jones, escribía luego del juego España vs. Paraguay un artículo que en sus primeros párrafos tal vez, analizaba el juego, para luego volcarse con la historia de la guerra de la triple alianza, nuestro clima (según él) y hasta las exportaciones de carne, madera y aceites vegetales.
Y la lista de ataques sigue con un inglés..…pero no quiero detenerme en esto.
Podemos rescatar como en toda situación, dos hechos, uno negativo y otro profundamente positivo…
El negativo, que aún en estas fiestas “mundiales” la intolerancia nos muestra su peor rostro, para atacar y burlarse de un país entero y su cultura con el antifaz de una simple competencia de fútbol. No se engañen, quienes así piensan son pasto fácil para el crecimiento de otras ideas más peligrosas, que con un líder negativo son canalizables hacia hechos más graves que simples burlas o comentarios inadecuados, y creo que los paraguayos tuvimos suficiente con
El positivo…a pesar de que nos dolió en el alma tanta burla y discriminación, eso animó la tan olvidada “identidad cultural” de mis compatriotas, quienes como NUNCA o (al menos yo no tengo memoria) reclamaron sus derechos y se unieron no solo bajo los colores de la selección y de la bandera, sino de una causa común, de decirle BASTA a este tipo de ataques injustificables. Hubo reacciones en la sociedad civil, en el gobierno, en la prensa….exigimos nuestros derechos y terminamos venciendo. Quienes nos querían avergonzar terminaron avergonzados, y no es ese el logro principal, sino el de saber que la unión bajo una causa “nacional” da resultados. Tal vez y solo tal vez este ejemplo prenda para otras ocasiones.
Una lección, sí, la de tratar de seguir manteniendo la imagen (al menos) de hospitalidad y sencillez que nos caracteriza como pueblo, y NUNCA JAMAS copiar este mal ejemplo de algunos desubicados que terminaron manchando el nombre de sus países y medios de comunicación, involucrando a muchísimas personas honestas que no compartieron sus puntos de vista y a quienes extiendo mi simpatía y la de todos los paraguayos/as de bien.
Una pregunta…¿por qué todo nos tiene que costar tanto? Hasta un crecimiento a nivel futbolístico tiene que ser atacado desde los cuatro costados….que sería en los otros aspectos. Pero una nueva fe nace en mi corazón, y es la que me inspiran mis “nuevos” compatriotas, que ya no se callan, que ya no se quedan quietos y que están dispuestos a reclamar el lugar y la dignidad que les corresponde… le pese a quien le pese.